¿Sabemos de dónde viene el término “Coworking”? Últimamente lo escuchamos mucho pero… ¿cómo nace esta forma de trabajar?

En 1995 se funda una asociación, sin ánimo de lucro, en Berlín-Alemania, una de las ciudades más innovadoras del mundo. Se llamaba “C-base” y albergaba cerca de 550 miembros considerados los primeros hackerspaces del mundo. Ésta asociación tenía como objetivo inicial incrementar el conocimiento de software, hardware y redes de datos, de una comunidad con un interés común por las computadoras y la tecnología. Los clientes estaban conectados mediante una WLAN en un espacio donde trabajaban y se conocían.

Este proyecto acabó inspirando la implantación de muchos espacios de coworking en los Estados Unidos.

A partir de los años 2002 y 2003 comenzó el proyecto “BerlinBackbone” con el fin de convertir a Berlín en una sociedad libre, con acceso público a internet.

En el 2003 se organizaron semanalmente sesiones de música con intérpretes conocidos y desconocidos, con sus repertorios e improvisaciones.

C-base en el 2004 se convirtió en un punto de encuentro para festivales de arte y cultura. Se desarrollaron variedad de eventos tales como, fiestas, exposiciones, representaciones teatrales, actuaciones musicales, exposiciones de arte…

 

¿Qué es un Coworking?

Pero fue a partir de 1999 cuando el concepto “Coworking” se materializó para describir el trabajo colaborativo a través de ordenadores. Bernie Dekoven, diseñador de videojuegos americano, utilizó éste término por primera vez, que para él significa «trabajar juntos como iguales».

Esta modalidad de reunirse y trabajar en un mismo espacio fomentó los cibercafés, donde muchos profesionales se reunían con sus portátiles en locales con wifi.

Oficialmente el primer espacio de coworking se inauguró sin ánimo de lucro en San Francisco en el año 2005, por obra del programador Brad Neuberg. Comenzó con un grupo de entre 5 y 8 escritorios, dos días a la semana, compartiendo wifi gratuita y comida. Un año después cerró, dando paso a los conocidos como “Coworking Space”. El primero surge en Londres y desde ahí se han ido expandiendo más centros por los 5 continentes.

A partir del año 2007 el término “Coworking” se ha considerado tendencia y ha cambiado la forma de trabajo dejando en algunos casos las oficinas obsoletas convirtiéndose en la evolución del concepto de trabajo autónomo.

En todas las capitales del mundo se ha extendido esta forma de trabajar donde a la vez se comparte y se socializa, se ha convertido en una evolución del trabajo colaborativo.

 

Ventajas de trabajar en un Coworking

Formar parte de una comunidad fomenta las sinergias entre profesionales. Desde autónomos hasta Pymes comparten no solo el espacio de trabajo sino también sus experiencias, conocimientos, estrategias, tecnologías, ideas, etc… en distintos campos profesionales.

Esto genera un ambiente de trabajo en el que fluyen las colaboraciones entre distintos profesionales de diversos sectores. Fomentando un ambiente positivo de colaboración. Siendo una buena oportunidad para dar a conocer tú trabajo pudiendo llegar a nuevos clientes y posibles socios o inversores.

Otra ventaja no menos importante es el ahorro económico que supone compartir los gastos con otros usuarios y despreocuparse de contratar servicios como luz, agua, Internet, limpieza etc…ya que los gestores del Coworking lo hacen por ti. Sin sorpresas en tus facturas, con una cuota fija al mes inferior al gasto que supone una oficina con todos esos y otros gastos a soportar como impuestos, comunidad, sistema de alarma…

El espacio de Coworking es flexible en cuanto a crecimiento o bajas en plantilla pudiendo aumentar o disminuir las mesas de trabajo a ocupar. Esto te permite adaptar los gastos a tus necesidades. No necesitas mudarte o invertir en mobiliario.

El horario también es flexible pudiendo acceder a tu puesto las 24 horas cada día del año. Sin límite de tiempo con total libertad para entrar y salir.

Los espacios de Coworking también son lugares que se prestan para hacer talleres, cursos formativos y actividades comunitarias aportando formación extra para aquellos que participan.

Trabajar en tu propia casa o tener una oficina no permite que sea fácil separar el trabajo doméstico del trabajo profesional, es una alternativa al teletrabajo. Es por ello que necesitamos un espacio para salir del entorno personal y centrarnos en el laboral. Marcar una rutina de trabajo sin interrupciones ni distracciones del hogar. Trabajar en pijama es cómodo, pero psicológicamente a la larga puede afectarnos a nuestra autoestima llegando a no ser capaces de distinguir el horario de trabajo con el descanso.

 

¿Qué debe tener un espacio de coworking?

Un Coworking facilita una imagen más profesional que si atiendes a tus clientes, proveedores o colaboradores, en tu casa o en locales públicos. En el Coworking se puede hacer uso de salas de reuniones y salas de espera equipadas para hacer más grata la estancia a tus visitas.

Trabajar con otros profesionales en el mismo entorno de trabajo nos inspira y nos motiva. Estar rodeados de personas productivas nos hace rendir más y contribuye a nuestro bienestar personal.

Comprobar que tu trabajo es valorado por otros profesionales te aporta seguridad y te empodera, no todo el mundo sabe hacer de todo y lo que para ti puede resultar sencillo otras personas pueden no saber por dónde empezar.

La ubicación de tu puesto de trabajo es muy importante para la imagen que proyectas a tus clientes. La accesibilidad y visibilidad de tu lugar de trabajo forma parte del servicio que ofreces. Los clientes valoran los lugares de fácil acceso con transporte público y cercano como puede ser el centro de la ciudad donde se ubican el mayor número de comercios y oficinas. Una zona con mayor relevancia te aportará mayor prestigio.

 

¿Es un Coworking el lugar ideal para trabajar?

Tras analizar las ventajas y desventajas de trabajar en un Coworking, solo tú eres la persona que más sabe si se adapta a tus necesidades en función al trabajo que desempeñas.

El precio es un componente importante para decidirse por éste entorno de trabajo pero siempre y cuando no interfiera en tu necesidad de desarrollarlo.

No me imagino a un Psicólogo pasando consulta con un paciente en un puesto de Coworking, rodeado de otros usuarios que están escuchando la conversación. Sin embargo si te dedicas al desarrollo de páginas Web y Redes sociales puede ser un buen lugar donde darte a conocer y conseguir clientes que se interesen por tu trabajo y te pidan colaborar con ellos para contratar tus servicios teniéndote cerca para trabajar en la imagen de sus empresas.

También existe la modalidad de Centro de Negocios donde puedes elegir entre salas de Coworking y despachos individuales privados. Esta opción es la más completa ya que te permite elegir ambas modalidades en una misma ubicación.

 

Si quieres saber más sobre el concepto de «Espacio Coworking» visita nuestra publicación pinchado en el enlace: ¿Qué es un Coworking?